En la especialidad de gastroenterología, los doctores se encargan de estudiar la función normal y las enfermedades del esófago, estómago, intestino delgado, colon y recto, páncreas, vesícula biliar, conductos biliares e hígado. Y para ello, los gastroenterólogos se apoyan en varios exámenes y procedimientos específicos para diagnosticar enfermedades y hacer las evaluaciones.
La doctora María Luisa Clavo, gastroenteróloga de la Clínica Atías, nos habla de dos procedimientos importantes como lo son el CPRE y el Ultrasonido Endoscópico.
Mitos la hepatitis
Muchas veces vienen a consultas pacientes que presentan un color amarillento pensando que tienen hepatitis porque presentan los siguientes síntomas:
- Coloración amarillenta de los ojos
- Piel amarillenta
- Orina oscura
Si bien, a veces sí se diagnostica como hepatitis, otras veces resulta ser causa de un problema en las vías biliares.
Es decir, la vía en la que sale la bilis puede estar obstruida por un cálculo, así como en la vesícula puede tener cálculos o porque hay presencia de un tumor.
Un tumor a nivel de la cabeza del páncreas, en las mismas vías biliares o a nivel del duodeno.
Todas estas condiciones impiden que la bilis pase al intestino delgado y por ende el paciente presenta estas condiciones.
¿Cuál es la función del ultrasonido endoscópico?
Para poder tratar estos problemas contamos primero con el ultrasonido endoscópico, un método en donde se unen dos aparatos. En la punta de un endoscopio va insertado el ultrasonido.
Este equipo nos permite ver con bastante claridad la vesícula, las vías biliares y el páncreas por lo que podemos detectar desde tumores hasta piedras muy pequeñas a nivel del colédoco o a nivel de las vías biliares principales. Y así conseguimos el diagnóstico.
¿Qué es la CPRE?
Una vez tenemos el diagnóstico, procedemos a sacar la piedrita para que el paciente mejore su cuadro amarillo o, en términos más científicos, trate la ictericia obstructiva.
O también le ponemos un drenaje para drenar la bilis, así se disminuye la cantidad de bilis en la sangre eliminando no solo el color amarillento sino también evitar infecciones a nivel de la bilis. Esto lo hacemos a través de la CPRE.
La colangiopancreatografía retrógada endoscópica se hace con un aparato endoscópico, un esfinterotomo para cortar la vía donde queremos que salga la bilis y con un equipo de radiología y de hemodinamia.
La mayoría de las veces hacemos el procedimiento intubando al paciente para garantizar la salud de la persona si el estudio se prolonga.
Se debe considerar:
- Lo primero que se debe hacer es el diagnóstico de que el paciente tiene ictericia obstructiva.
- Luego al evaluar bien la situación a través del ultrasonido endoscópico, plantear si es necesario el drenaje o abrir el colédoco.
- En estos estudios existen complicaciones como que el paciente puede sangrar, ya que estamos haciendo una pequeña perforación.
- Otra consecuencia es la pancreatitis post-estudio del CEPRE.
- Con el ultrasonido endoscópico son menos las complicaciones, realmente son muy pocas, a menos que tengamos que hacer una biopsia-aspiración y sin embargo es muy poco el porcentaje, 0.5% de las complicaciones.
Después del procedimiento
Luego del estudio debemos observar al paciente porque después que se despierte podemos conocer si hay dolor, si hay escalofríos u otras posibles complicaciones.
Si al paciente en dos, tres horas está tranquilo y sin ninguna molestia se le puede dar de alta.
Otras veces si uno tiene dudas o si el procedimiento ha sido muy engorroso, preferimos dejarlo hospitalizado por esa noche, 24 horas. Algunas veces necesitamos usar antibióticos porque el paciente de por sí viene infectado y se debe seguir tratando la infección con antibióticos para controlarla.
El ultrasonido endoscópico y la CPRE como estudios especiales
Como en los últimos años la gastroenterología se ha hecho una especialidad muy extensa cada vez nosotros nos vamos perfeccionando más. Así que en estos procedimientos lo realizamos los gastroenterólogos intervencionistas.
Pues requiere de un entrenamiento del gastroenterólogo una vez que haya realizado sus dos años de formación. Por lo general un año adicional de intervencionismo es suficiente. Y deben entrenarse para ello.
En Clínica Atías contamos con los espacios y equipos necesarios para realizar estos procedimientos, así como un equipo de especialistas que se encargan de lograr resultados favorables.